miércoles, 27 de febrero de 2013

Black Jack: el médico macarra

Hola, hola!

Aquí estoy de nuevo para hablaros de algún cómic que nadie lee ya porque o bien es malísimo o bien se editó hace 40 años. El de hoy pertenece al segundo grupo.

Black Jack es uno de los mangas no más famosos, pero sí más seriotes de Osamu Tezuka, el llamado "padre del manga" y creador del cómic japonés tal y como lo entendemos hoy en día. Hizo obras de todo tipo: de aventuras, de ficción histórica, de fantasía, ciencia-ficción e incluso biografías.

Y era médico
Personalmente nunca me encantó Tezuka. Le reconozco el mérito, por supuesto, pero tenía un estilo que no iba conmigo. No me gustaba especialmente su dibujo y como todas sus series que conozco son larguísimas, me daba mucha pereza. Hasta que un buen día fui al Expomanga (sí, yo antes era como vosotros) y al entrar me regalaron un tomo de Black Jack. Ese día, en casa, después de leerme todos los cómics que me había comprado, reparé en el susodicho tomo y le di un tiento. ¡Y me encantó!

Parece que estoy tó buenorro, pero nop
El cómic va de un médico bastante siniestro llamado Black Jack. Siempre va vestido de negro y tiene el cuerpo lleno de cicatrices. Incluso tiene una enorme que le cruza la cara, con un trozo de piel de otro color. Y además tiene el pelo mitad blanco y mitad negro. Y siempre va con abrigo. Negro, claro xD
Ola ke ase. Ere médico o ke ase
El caso es que pese a ser doctor en medicina no tiene licencia y por tanto es ilegal, pero es tan buen cirujano que la gente está dispuesta a pagar millonadas para que Black Jack les quite las almorranas o un tumor en el cerebro así de buen rollo. Pero BJ en el fondo es bueno y a veces no cobra, aunque a veces sí y la gente le odia por ello y le denuncia. Black Jack lleva una vida solitaria y oscura por ello. Así que ya sabéis: Black Jack era gótico y trve mucho antes que Robert Smith.

Todos los episodios son autoconclusivos y en general son historias independientes sobre determinada persona que tiene un accidente y/o enfermedad incurable que de una forma u otra acaba en manos de Black Jack, que les acaba operando y normalmente les salva la vida, aunque a veces se le mueren pacientes y él sufre mucho y se cabrea y tal. Hay algunos episodios que son "modo historia", en los que nos van desvelando algunas cosas del pasado de este tío: por qué estudió medicina, por qué tiene la cara como la tiene y de qué quiere vengarse.

Una de las cosas que más me sorprenden de la serie es que Black Jack liga mogollón. Supongo que porque es un tío duro, porque no me explico la razón xD

Atchon Burike!
Para aliviar un poco la tensión dramática tenemos a Pinoko, que es una especie de niña artificial creada por el propio doctor a partir de desechos de una operación. Pinoko es enfermera y tiene mucho carácter pero es bastante graciosa.

Con esta cara sólo puedo ser malo
Y tenemos al némesis de Black Jack: el doctor Kiriko. También es un médico ilegal, pero en lugar de intentar salvar a sus pacientes les practica la eutanasia. Vamos, que la gente acude a él para que les ayude a morir. Pero bueno, en realidad entre ellos no se odian, sólo hay un pique profesional. Hay un episodio en el que ambos ayudan a salvar un paciente y terminan fumando juntos un cigarro hablando precisamente de lo bien que sienta salvar vidas.

Claro que a veces no.
La serie está repleta de conversaciones del tipo "los médicos no somos dioses", pero no olvidemos que Tezuka era médico y por tanto el tema le tocaba de cerca.

Bien, con esto espero haber dejado claro que me gusta Black Jack. En realidad os cuento todo esto porque el otro día vi ESTA PELI y casi vomito de puro aburrimiento. Era tan sumamente predecible que me pasé el rato jugando a adivinar lo que iba a pasar. Y no sólo eso, Pinoko en la peli parece retrasada mental. Que sí, que la Pinoko original no es una lumbrera, pero joder...
¡Y encima no sale Kiriko! ¡Ni la Doctora Black Queen! ¡Ni... ni... AAAGHHHHH!

Ésta es Black Queen.
 El manga y el anime tiene montones de personajes interesantes, mogollón de tramas que hubieran molado muchísimo en un anime o que habrían sido muy interesantes de desarrollar más, pero NO. Tuvieron que inventarse a Jo Carol, que es el personaje más flojo que he visto en muchos años. En fin. Básicamente es la heredera de una empresa farmacéutica malísima que busca la cura para un síndrome rarísimo que aparece en atletas y por eso tira de Black Jack, pero... ¡oh, sorpresa! ¡Si resulta que ella fue la que causó originalmente el síndrome! ¡Oh, giro inesperado de la trama! ¡OH, MUERTE, RAMERA DE ROSTRO ENJUTO!

Soy un personaje ridículo
Así que ya sabéis: Black Jack manga: sí. Black Jack anime: sí. Black Jack el Síndrome de Moira: JODER, NO.

Este pie de foto va por el Doctor Gruber: "Hola, soy Black Jack... Y AQUÍ MANDA MI POLLA!".

sábado, 23 de febrero de 2013

El Daredevil de Mark Waid: el ALZARSE de verdad

Visto que en la última entrada en la que hablé de señores en mallas lo hice con un tono nada benevolente y con una sorna y sarcasmo considerable, me sentí un poco como el dependiente de la tienda de tebeos de los Simpson. Y una cosa es que uno sea un gordo que compra tebeos y discute si en una pelea entre Aquaman y Namor habría posibilidades de que Namor se follara atantos peces como Aquaman pudiera convocar y otra es que no me guste nada. De hecho, como ya dije, doy mi beneplácito con bastante facilidad a cualquier cosa en la que salgan señores disfrazados peleando contra amenazas cósmicas, pero es que tomarse demasiado en serio el género superheroico tiene sus peligros, y entre ellos, está el que le pasó a Daredevil en su día. Tan serio, tan oscuro, tan atormentado, tan señor de las tinieblas y tan ninja, que se quemó, y hubo que matarlo. Varias veces. Y retirarle del mercado de los pijamas durante un tiempo prudencial para ver si se enfriaba un poco la cosa y podía hacer un comeback en condiciones.


Y he aquí que se presentó Mark Waid, un señor del que, confesaré, tampoco he leído tantas cosas, al menos no tanto como de otros autores como Kurt Busiek o Peter David, y mi pecado mortal es, de hecho, no haber leído aún Kingdom Come. Pero a lo que vamos es a su etapa actual en Daredevil, así que menos armar el brazo en plan jugador de balonmano para tirarme piedras que una cosa es que ganemos el Mundial y otra que se ceben conmigo. En fin, hablemos de Daredevil y del Mileniarismo, cojones ya.

¡Pero QUÉ dice del balonmano!

Nos enmarcamos en un momento de la vida del señor Murdoch en la que la gente sabe que es Daredevil, pero él no para de negarlo. Ha vuelto después de un tiempo desaparecido y no está dispuesto a que le jodan la vida, porque no quiere ser el aburrido abogado ninja deprimido de siempre. Él quiere divertirse. Quiere ser como Tony Stark, con las chicas y eso, lo cual por lo visto tiene muy fácil por su rollo del radar. El caso es que la broma recurrente de que Matt Murdoch no es Daredevil pese a que todo el mundo se empeña en decírselo es de esas de las que no te queda más remedio que reírte cada vez que sale, y es raro teniendo en cuenta que la imagen que todos tenemos del diablillo es recortado en sombra contra unas vidrieras dibujadas en plan muy malrollero por Mazzuchelli. Que sí, que Born Again mola un huevo, pero el cambio es muy placentero, y devuelve un poco a sus orígenes a un héroe que llevaba demasiado tiempo metido en las sombras y estancado en el submundo. Especialmente destacables, para mí, la fiesta de Navidad en la oficina en la que aparece con unos cuernecillos de plástico y una camiseta que pone “no soy Daredevil” y el momento en el que está explicándole a alguien que no lo es y Spiderman le grita “¡eh Daredevil!” mientras se descuelga de un edificio. Reírse con las aventuras del Demonio Dojo, ¿quién lo iba a pensar?

¿Quién es el príncipe de la fiesta eh? ¿Quién?

Otro de los puntos a favor de las decisiones de guión de Waid es enfrascarse en historias en las que no sólo Daredevil pueda actuar, sino Matt Murdoch también. Y me explico: el Hombre sin Miedo no deja de ser un personaje la mar de interesante porque, al contrario de lo que hacen otros vigilantes, que actúan al margen de la legalidad, él actúa tanto en encubierto como del lado de la ley pura y dura. Es un tío que lo mismo te ata con el bastón a unos criminales que sirve de fiscal en su juicio. Que lo mismo te detiene a los mafiosos que están extorsionándote en tu tienda de encurtidos de Hell's Kitchen que te hace de defensor en el juicio por agresión por la paliza que les ha metido Daredevil en tu nombre. Esto lo aprovecha Mark Waid de una forma muy interesante, y se permite jugar con casos de presión a gente con altas posiciones comprometidas, mafias enfrentadas con víctimas intermedias, maniobras de descrédito contra la Gata Negra o incluso casos en los que Daredevil se salta la legalidad a la torera para entrar en un sitio acordonado por la policía.

Y todo para hacer de barquero... no, que va, lo explico más abajo

Es de hecho este último el que seguramente le haya granjeado la carretilla de premios de la que salió de los Eisner, y no es en vano, porque es una de esas historias clásicas de Marvel con las que cualquiera que lea cómics desde hace suficiente tiempo puede sentir que se le ponen los pelillos del brazo de punta. Es, por rara que pudiera ser la elección, un enfrentamiento con el Hombre Topo, quien ha decidido recuperar a toda costa algo que está en una tumba, pero que no sabe en cual es, y en su desesperación por encontrarlo se dedica a saquear con sus topoides todos los cementerios y crear una siniestra procesión de ataúdes hacia su submundo para recuperar lo que está buscando. ¿Y esto en qué afecta al Hombre sin Miedo? En que una de las tumbas que se lleva, cadáver incluido, es la del padre de Matt Murdoch. El descenso de Daredevil a este submundo es un viaje misterioso y peligroso por varios motivos: por lo que se dice, Daredevil no se ha cruzado nunca con los topoides y no sabe como son, ni siquiera con el radar; los pasadizos subterráneos del Hombre Topo están llenos de corrientes de agua y ruidos raros, que le dejan el oído inservible; y la forma corporal del Hombre Topo es engañosa, así que pegarle una paliza no es tan fácil. Así que, por pretencioso que parezca la analogía que voy a hacer, la oscuridad de los túneles es igual que la de los propios ojos de Daredevil y de los propios dibujos de Rivera, que si bien son simples (no es Deodato ni Alex Ross, vaya) son tremendamente efectivos y bonitos, y tan oscuros que parece que uno mismo esté ciego. Esto contrasta con una segunda parte en la que Daredevil pelea con el Hombre Topo en un yacimiento de diamantes ultrabrillantes que te deja flasheado perdido al volver una página.

Es que vaya PORTADACA copón, ¡VAYA PORTADACA!

Porque no, no lo he comentado, pero el dibujo tiene esa bonita sencillez y el color que parece que Marvel quiere ir cogiendo para su andadura en Marvel NOW! con tebeos como los del Ojo de Halcón de David Aja, quizás un poco fuera de la norma establecida por los Jim Lees y los Greg Capullos, pero que suponen un soplito de aire fresco entre tanta hipertrofia muscular superheroica. Los superhéroes de Rivera o Kano son fuertes, sí, como el Spiderman de Ramos, pero no necesariamente ultrafuertes como los del ya citado Greg Capullo, sino con unas dimensiones corporales “normales”. Seguramente sea por esa misma intención de Waid de hacer un Daredevil mucho más luminoso y divertido, más cercano a la Silver Age que a los últimos años de DC o Marvel, o a cualquier engendro perpetrado por Rob Liefeld. Porque si algo nos ha quedado claro a todos de la línea de Marvel es que pretende que nos divirtamos. Lo hizo con la película de los Vengadores, lo ha hecho con el paso de Slott por Spiderman y lo ha hecho con esa pequeña maravilla guionizada por Jason Aaron llamada Lobezno y la Patrulla X y que dibuja Bachalo. Y la reminiscencia a Bachalo no es gratuita, la verdad, porque pese a que pasé mucho tiempo enfadado con él, parece que su estilo menos hiperrealista se ha impuesto, y no podría estar más contento con ello. Hace las cosas más ligeras, y las transporta a un momento un poco más atrás de los temidos y odiados por los amantes de los superhéroes años 90.

Esta página no me da Síndrome de Stendhal de milagro

En resumen, de momento dos tomos en España a la venta de este Daredevil de Mark Waid (con los nombres de La Sonrisa del Diablo y Corazones en la Oscuridad respectivamente), y por lo visto la cosa de momento sigue, así que hay que aprovechar la racha de buenas decisiones en Marvel hasta que nos la intenten colar doblada otra vez como en Miedo Encarnado. Vengadores vs X-Men está siendo mejor de lo que me la esperaba, la verdad, pero de eso hablaremos otro día. Concretamente, cuando se acabe en España, que no soy yo mucho de andar racaneando unas grapas a mi frikitendero de confianza, oyes.

¿No queríais superhéroes oscuros? Pues tomad oscuridad

martes, 19 de febrero de 2013

Sky Doll: muñecas guarronas y fanatismo religioso futurista de colorines

Hola, hola!
Una vez más vengo a daros mi opinón sobre cosas a las que generalmente nadie da importancia. Así somos los Silly Walkers, gente chunga dispuesta a haceros pensar sobre sandeces para que perdáis el tiempo y suspendáis o perdáis vuestro trabajo y, de esta forma, contribuir al declive de la civilización occidental.

Hoy voy a hablaros de Sky Doll, cómic creado por Barbucci y Canepa. Seguramente os sonarán de W.I.T.C.H., que básicamente es una versión occidental de Sailor Moon: es decir,  una serie sobre niñas con poderes mágicos que van al cole pero sin la gracia de que es japonesa y por tanto no mola porque, como todo el mundo sabe, los japos están jamaos del lado oscuro y por eso se les perdonan determinadas cosas.

Conocí este cómic hace tiempo y me pareció interesante el color (he aquí mi forma de haceros pensar en cosas sin importancia), por eso lo compré. De hecho me compré los 3 tomos de golpe, pensando que una calidad gráfica tan buena POR FUERZA debía esconder detrás una historia medianamente interesante.

Me equivoqué.

Hola, soy una robota con las tetas enormes pensada para que hagas conmigo lo que te salga del rabo (literalmente), pero en realidad soy la reencarnación del mesías. ¿Cómo se te queda el cuerpo?

Los Silly Walkers estamos aquí para que aprendáis de nuestros errores y así podáis cometer otros todavía peores. De nada.

La historia está ambientada en un universo futurístico-espacial, claramente influenciado por Akira, Alita Ángel de Combate, Blade Runner y El Rey León. ¿Por qué el Rey León? Muy sencillo. Porque los personajes están animalizados. Es decir, son animales antropomorfos. Personas con narices y orejas de perros, vamos. Y digo yo una cosa: ¿a alguien le parece esto atractivo? A mí me repatea. ¿Cómo voy a meterme en una historia en la que el personaje es un PUTO PERRO? Agh.
(Disclaimer: generalmente odio las historias de perros, salvo Blacksad, que además de ser UN GATO, es un cómic COJONUDO. Por favor, comprad y leed Blacksad. En serio).

Blacksad, 1. Skydoll, 0.

Pero volviendo a Sky Doll, en este universo bestialista-futurista-espacial-de-colorines se fabrican en serie unos robots que básicamente son tías buenas de plástico que se usan para distintos fines. Son algo así como dollfies de tamaño real con vida propia. Pero claro, como este universo futurista sigue siendo machista y maligno, estas muñecas no tienen autonomía propia y dependen de que su dueño les dé cuerda con una llave del tamaño de una televisión de plasma. Esto es una metáfora de que las muñecas son juguetes indefensos en manos de sus viles amos, pero yo pensé "menudo futuro de mierda que no tiene cargadores para muñecas como los de los móviles". Además las muñecas están programadas para que sus recuerdos a largo plazo desaparezcan, con lo que sus amos pueden abusar de ellas todo lo que quieran porque a los pocos días se les olvidará y seguirán siendo guapas, simpáticas y complacientes.
Te miro con cara de asco porque pese a ser de plástico tengo un hermoso mundo interior, no como todos los seres vivos que salen en mi serie. Cuán bella metáfora soy.
Además de esto, existe una religión mayoritaria que básicamente consiste en adorar a una pava que se viste como la virgen del Pilar (literal) y que se sirve de un cojo-equipo de Marketing para que sus fieles la sigan y adoren y le montan unos tinglados que ya quisiera la reina del carnaval de Río.

Pero hete aquí que en realidad antes eran dos pavas, Ludovica (que es la mala) y la buena que ni me acuerdo de cómo se llama, que era todo pureza y virginidad pero murió. Por supuesto a Ludovica le mola follar más que a los monos y se pasea en bolas por su palacio papal. Porque sí, Ludovica es papisa. Ahí queda eso. Lo que pasa es que se dice y se comenta que la pija se ha reencarnado en una de las muñecas hiperneumáticas. ¡Oh, albricias! ¡Oh, sorpresa! ¡Oh, giro inesperado de la trama!

Evidentemente Ludovica es la fea
Casualmente la protagonista es LA ÚNICA muñeca que sí tiene memoria a largo plazo, que sí tiene sentimientos y que sí piensa por sí misma. Y además resulta que tiene poderes. Qué cosas. Me pregunto qué muñeca será la reencarnación de la papisa buena y virginal. Que, por cierto, pese a ser toda virtud se pasa el día enseñando las tetas. Y por esta razón este cómic es catalogado como adulto. Porque salen tetas. ¡¡TETAAAAAAS!! \o/

LUDOVICA HAMBRE. LUDOVICA COMER.
Todo esto salpicado de lecciones de espiritualidad barata, de cutre-Marketing, de manipulación mediática y de oh-dios-mio-qué-malignas-son-las-fuerzas-de-la-opresión. Porque lógicamente Ludovica quiere que todo el mundo la adore y obedezca a ella y no a la pija de su hermana muerta/desaparecida/reencarnada, que es una jipi y todo el mundo sabe que los jipis deben morir. Que ya está bien, hombre.

La cosa se lía parda porque los seguidores de la pija deciden liarse a montar atentados (toma jipismo) y revueltas sospechosamente parecidas a las de Akira y toman por las armas la base espacial que sirve de estudios de televisión (sic). Y ahí acaba todo porque resulta que los cachondos de Barbucci y Canepa han sacado 3 tomos y llevan con el cuarto dos mil años en proceso, así que no os puedo decir "no, en serio, el final mola". Porque no ha terminado.

Lo que sí os puedo contar es que hay una raza de mujeres-rana del espacio que se dedican a meditar porque se reproducen por clonación y no follan y por tanto se aburren. Mujeres-rana que han conseguido desarrollar una tecnología que las permite fabricar robots-vigía pero no consoladores. Así es el futuro de Sky Doll, lectores míos.
Pero como casi no hay imágenes de ellas por Internet (porque no enseñan las tetas), os pongo un dibujo del retrasado del prota masculino:

Hola, zoy el pdota mazculino y zoy MENTAL. Hodor.
Porque sí, hay protas masculinos. Concretamente dos. Uno que es bueno, simpático, sensible y supongo que pretendidamente guapo (insisto, es un PUTO PERRO) que lógicamente es el noviete de la muñeca prota y el otro que es feo, bajito, gordo, putero y ex-drogadicto. Ah, y se enamora de una niña de 13 años. Vamos, una pieza. No aportan nada a la serie, son personajes anecdóticos y simples como el mecanismo de una zambomba y encima SON PUTOS PERROS. ¿Tan difícil es dibujar jodidos seres humanos?

Vamos, que como bonita la serie lo es un rato porque el dibujo está muy cuidado y el color es precioso, pero la historia es una de tantas. En serio, el rollete este de "soy un robot/ser artificial/cyborg/clon pero tengo mi corazoncito y una hermosa vida interior pero además estoy buenísima" está ya muy sobado y se ha hecho mejor. Por ejemplo, en Alita, en Ghost in the Shell, en Blade Runner y si me apuras hasta en Saber Marionette J, por citar los 4 primeros ejemplos que me vienen a la cabeza.

Creo que les moló Alita Ángel de Combate y quisieron hacer algo parecido pero sin tener que meter escenas de lucha y gore. Y les ha salido esta suprema gilipollez de comic.
Además, la influencia de Disney en el dibujo es tan clara y evidente que me da hasta grima. El estilo Disney tendrá sus fans y sus detractores, pero lo que es un hecho es que sólo le queda bien a Disney. Y esto es tan cierto ahora como cuando fue escrito.
 



 
En fin, resumiendo. Que lo mejor que puedo decir de Sky Doll es lo que mola el color.

Y francamente, yo prefiero el cómic en blanco y negro. Y los gatos.

jueves, 14 de febrero de 2013

Batman Se Alza (The Dark Knight Rises): Tampoco se alza tanto eh



Atacar un análisis sobre el Batman de Nolan me es tan difícil que ustedes, queridos y apreciados lectores, no se hacen a la idea. En parte, porque mi amor por los supertipos en pijama hace que vea absolutamente todo lo que esté relacionado con el tema con cierta benevolencia, y en parte también porque si bien es cierto que nadie se había tomado tan en serio nunca a Batman, esto es un problema al menos tanto como es una virtud. Digo esto por lo que ya se ha dicho en miles y miles de blogs: que el Batman oscuro y serio, pa mayores, como que cansa un poquito. Sí, es necesario, es consecuente con lo que aparece en los cómics de Batman desde hace una ristra infinita de años, concretamente desde lo de Frank Miller, pero también es cierto que no todos los autores de Batman han sido Frank Miller, y que el murciélago, como Superman, tiene tantos años de historia que dejarlo en un personaje con un solo registro es cagarla monumentalmente. Por eso, pese a que es necesario, no es el único Batman, y ni siquiera es el Batman primigenio, pero eso los que leemos cómics ya lo sabemos, y no tenemos ningún problema con que Bruce Wayne sea menos serio que el de Nolan. Algunos disfrutamos bastante de cosas como El Intrépido Batman, e incluso no tenemos nada en contra del señor Adam West y su divertida parodia camp con mamporros que sonaban “BAM!”. El problema viene cuando sí que es un problema para alguien, porque ese alguien no es capaz de aceptar que lo de los superhéroes no es una cosa seria, ni queremos que lo sea siempre, y todos cantamos trovas de jolgorio con el nuevo Daredevil de Mark Waid, que incluso se permite bromear a su propia costa y decir, referido al Daredevil oscuro y serio que “odia a ese tipo”. Ojalá Mark Waid para Batman. Ojalá.


Pero mis cuitas sobre el tema de la mainstreamización (palabro que me acabo de inventar) y oscurecimiento cinematográfico del hombre murcielaguito no deben ponerles sobre aviso de nada. Reconozco que el Batman de Nolan me gusta... o me gustaba, las cosas como son. Batman Begins fue una muy buena forma de relanzar al personaje, explorando sus motivaciones y formas de ver la vida, y el Caballero Oscuro fue una buena forma de ponerle en acción, de hecho, contra el villano contra el que todos le queríamos ver. Pero llegados a la tercera parte, Nolan se ha quedado sin fuelle. Se le ha quedado flojo por tantas partes que es decepcionante. Porque una cosa es que hagas Batman Begins, donde Batman sale poco para meterte en su psique como Bruce Wayne antes de dar el paso y abrazar las sombras, y otra es que hagas una película en la que Batman es directamente irrelevante. A partir de aquí voy a soltar una cantidad de SPOILERS insana para quien no haya visto la película y le importe una mierda, así que avisados quedáis. En el siguiente párrafo empieza la cosa.


- ¡Santos matraces Batman! El Doctor va a contar tu película entera.
- Robin, ¿tú eres un poquito gilipollas no?

Para empezar, diremos que en el cómputo total, Bruce Wayne aparece disfrazado, en la primera mitad de la película, apenas durante 18 minutos. En serio, lo cronometré. Y estamos hablando de una peli de casi 3 putas horas. OK. Está muy bien que no sea el mismo Batman de antes, pero joder... es Batman, y que Alfred insista millones de veces en que no lo sea sólo consigue que me irrite. Cuando están en la batcueva delante del traje con Alfred lloriqueándole con que no se lo ponga, con que la ciudad necesita a Bruce Wayne, quise tirar a Michael Caine para que sirviera de alimento para los murciélagos. Alguno me dirá que es una forma de construir el innuendo. Yo le diré a ese alguien que ni sé lo que es el innuendo ni me importa una mierda, yo quiero ver a Batman. Pero sí, puedo entender lo que me quieren decir si, después de toda la vaina del pozo, del viaje espiritual y de la reconstrucción del alma de Wayne para ser el héroe que tenía que ser, sirviera para algo. Porque no sirve ABSOLUTAMENTE PARA NADA. Batman aparece en Gotham siendo un hombre nuevo para derrotar al niño que salió del pozo sólo para que el niño que salió del pozo, que no era quien él creía, le meta una mojá en las asaduras en plan Alatriste y al final el que él creía que era se lo cargue otro. Pero voy a ir más despacio, tranquilos, que lo explico otra vez en plan lento y mascadito, como hace Nolan, para que no se pierdan.


- En tu puta vida me vuelvas a replicar el guión Bruce Wayne, el genio soy yo.
- Pero oiga señor Nolan, que soy Christian...
- QUE EL GENIO SOY YO, COÑO.


Después de una hora y pico de película en la que esencialmente nos cuentan que Bruce Wayne va con muletas porque tiene las articulaciones hechas una mierda sin motivo aparente, y en el que lo único interesante que pasa es que nos presentan a Catw... a Selina Kyle, asistimos al primer enfrentamiento entre Bane y Batman. ¿Quién es Bane? Nadie sabe. Pero es malo, está cachas, tiene una banda de moteros y hace un Occupy Wall Street a plena luz del día y con armas. Vamos, en plan bien. Por algún motivo que jamás se dice, tanto Alfred como Selina saben quién es. Supongo que lo de Selina es porque todos los supervillanos son primos, como los griegos en Asterix


Hola, soy Anne Hathaway y soy "Catwoman por Sorpresa". ¿Lo pillais? ¿Eh? AMADME POR FAVOR.
La cosa es que Batman va a por él con intenciones de partirle los dientes que lleva debajo de la máscara, pero el señor “Güeeeeeeeinnnneeee” (que es como lo pronuncia Bane en español, pero en inglés también es gracioso) se lleva una de ostiazos hasta en el cielo de la boca del tipejo este, que, repito, nadie sabe de donde ha salido, pero se conoce que tiene algo que ver con Ra's Al Ghul. La cosa es que le parte la espalda a Batman (y he visto backbreakers en lucha libre más creíbles que eso, eh). Es decir, recapitulemos: Batman tiene las articulaciones de brazos y piernas hechas una mierda, el médico le ha dicho que no haga esquí un par de escenas antes, y ahora Bane le parte la espalda, todo ello sumado a que al principio de la pinícula tenía una depresión de caballo y unas ganas de vivir nulas, y a que cuando intenta detener a Bane por primera vez (que, recordemos, había entrado en el edificio de la Bolsa con una banda armada) la policía de Gotham lo intenta detener dejando escapar a Bane por el camino. La policía de Gotham es directamente gilipollas, y creo que en eso estamos de acuerdo, pero bien, señor Nolan, proceso de destrucción conseguido.


Que si tú me quitas la policía de encima yo, contento, ¿eh Batman? Anda, vamos a tomarnos unas gordas.

Ahora Bane lo lleva a una cárcel en Elquintocoñistán en la que hay una forma de salir pero que sólo una persona ha conseguido completar porque el resto se cae, y claro, como les dan esperanza, se desesperan más. Hasta ahí todo bien, hasta mola la idea y podría pasar por idea para Batman. Nos hacen creer que esa persona es Bane, y eso estimula a Bruce, que después de que le encajen la vértebra que se le ha salido con un golpe en la espalda... no no, lo estáis leyendo bien, de un golpe en la espalda. Que le dan un chorchazo en la espalda y le meten la vértebra en su sitio... que no me lo estoy inventando, que está ahí.... ¿pero por qué se ríe ese señor? Pero que no es un chiste... ¿se pueden llevar a este señor de aquí? Deje de gritar lo del puñetazo de Pegaso que resucitó al Dragón, haga el favor y váyase... No puede uno concentrarse, rediez. Total que le dan un golpe en la espalda y le colocan la vértebra y... coño, la verdad es que es gracioso. Te pegan un josconcio en la espalda y ¿cómo te la curas? Con un josconcio en la otra dirección. ¡Nolan es fan de los Caballeros del Zodiaco amigos! . Y se pone ahí a hacer abdominales en plan ávido, con la espalda recién colocada para conseguir subir por el pozo este, que se conoce que es el Pozo de Lázaro, que me lo creo porque me lo han dicho, pero que parecerse, se parece como un huevo a una castaña eh. Pues Batman sale de ahí creyendo que Bane es el niño que salió de él años ha. ¿Me habéis seguido pese a que he tenido que parar de escribir 15 minutos por un ataque de risa verdad? Pues atentos a esto que es lo mejor de todo.


Que sí, que se llama "Pozo de Lázaro", pero una cosa es que te ayude Jesucristo y otra que te peguen un manotazo y eches a trepar como un monete.
Batman llega a Gotham, se fostia con Bane (su razón para entrenar, recuerden), le vence a medias, pero resulta que ¡Bane no era el niño! El niño era Miranda Tate (tiempo para risas producidas por pensar que Miranda Tate antes era un hombre), a quien previamente en la película, Bruce Wayne había dado el control de Empresas Wayne, confiado un engendro tecnológico que explota y hace mucha pupa y se había chuscado en la Mansión Wayne, que ahora es de Miranda Tate. ¿Cómo se te queda el cuerpo? Pero esperen, porque el combo de insensateces sigue: Miranda Tate es en realidad ¡Thalia Al Ghul! Ella estaba controlando a Bane para que creara el caos en la ciudad pero ahora ella iba a rematar el tema reventando no una, sino dos bombas que hay por ahí. 


Hola, soy Marion Cotillard y nunca adivinarías lo que tengo escondido en el vestido

Y previa puñalada a Batman en el costillar se pira y deja que Bane (que habia estado enamorado de ella toda la vida) acabe el trabajo mientras la ciudad revienta, dejando, no sólo a Batman como el tío más tonto del culo de Gotham, sino a Bane como el pagafantas más grande de la historia. No, como el pagafantas más grande de todas las historias posibles de la humanidad en todas las líneas temporales posibles de la historia de la humanidad. Pero bueno, no pasa nada, porque ahora Batman se lo fostiará, cogerá su Bat-Avión y desactivará las bombas, y será el héroe. Pues no, amigos, no. Bane acaba tiroteado por Selina Kyle que aparece por allí montada en la moto de Batman, una de las bombas es desactivada por Gordon, Thalia se muere así un poco porque toca porque Batman aparece (sí) con el Bat-Avión y la tirotea (pero tampoco es que le dé de pleno ni nada), y a los niños de la ciudad los rescata el poli mindundis interpretado por Joseph Gordon Levitt, que tiene dos momentos gloriosos que explicaré un poco más adelante. Pero bueno, Batman hace un sacrificio final llevándose la otra bomba y haciendo ver que murió para salir de la vida pública y casarse con Selina... mira, visto lo visto, hasta lo compro.


Hola, soy Joseph Gordon Levitt, y este fotograma podría ser de Batman como no serlo, porque total, pa lo que hago...

Pero hablemos de los secundarios, por favor ¡no me quiten ese placer! Probablemente el mejor sea Bane, con su actitud antisistema, anarquista y de joder al capital. Un terrorista en toda regla. La escena del campo de fútbol pasa desde ya a ser la más espectacular y mejor de la película, pero claro... es un pedazo de pagafantas, así que ¿a quién le va a dar miedo ahora? Selina Kyle... pse, roba, se hace la ingeniosa en plan personaje de Jane Austen de baratillo y se morrea con Batman. Algo relevante, pero vamos... poca cosa. El poli mindundis tiene esos dos momentos gloriosos: cuando hace saber a Bruce Wayne que sabía que era Batman porque en esencia, se aguantaba muy bien el cabreo, y claro, eso tiene que ser porque eres Batman, y cuando se descubre que su nombre real es Robin (tiempo para ataques de risa masivos). Entonces, en esta película, ¿hay alguien que mole? ¿Lucius Fox? No me hagan reír ¿Alfred? ¡Si es un llorón! ¿Thalia? Si no pinta nada hasta los últimos 10 minutos ¿Robin? Pero que es un policía mindundis hombre ¿Gordon? ¡Premio! El Comisario Gordon es el verdadero capo en esa película. No sólo ejecuta a la perfección el plan de Batman al final, sino que se mantiene maquinando una investigación gigantesca desde la cama del hospital, y es quien desactiva la bomba. Joder, eso es de molar, ¿no? En realidad Bane también mola, pero la forma de cargarse el personaje al final lo lastra muchísimo.


¿Qué significa eso de "te quiero como amigo" Thalia?

Por mi parte, nada más. Dicho todo esto, si uno pone el piloto automático, hasta se puede disfrutar, porque dentro de lo larga que es y la primera hora de sufrimiento, aún ves a Batman dando un par de tollinas y tiene una banda sonora bastante guay, así que aún se podría decir que, tomada como puro objeto de entretenimiento, es aceptable. Lo malo de la película es de hecho ese aire de estar consiguiendo algo importante y épico, cosa que no consigue, y de ser una obra de autor trascendental, cosa que ni es ni debe ser, porque a fin de cuentas Nolan es un buen director de películas blockbuster, pero no es un autor. Por mucho que digan otra cosa sus fans, y ahí quizá es donde realmente reside lo odioso, ya no sólo de esta, sino del resto de películas de la trilogía: en que el culto a Nolan ha sido tan grande que a muchos nos ha causado un rechazo y un asco tal que nos pusimos extremadamente analíticos con unas películas que, en cabeza hueca y con la mera intención de pasar el rato, son buenas, incluso bastante buenas, incluso muy buena en el caso de la segunda, pero que ahí se quedan. Una vez más, los fans joden el producto por pesaos. Y van...

No si ya...

jueves, 7 de febrero de 2013

Assassin's Creed III: el indio asesino que tenía un barco y una casa

Hola, hola!
Acabo de pasarme el Assassin's Creed III y esto debería llenarme de felicidad. En parte sí, ha sido así, pero en parte no. He leído esta entrada tan interesante (ojo, tiene mogollón de spoilers) y tengo que decir que estoy prácticamente de acuerdo con casi todo, salvo lo del color, que francamente, hay escenas en las que es espectacular (sobre todo, y ahí tengo que darle la razón al autor de la entrada, en las batallas navales). Yo creo que el color está muy bien conseguido, pero para gustos, valga la rebuznancia, los colores.

Para muestra, un botón.
El juego visualmente es espectacular. No sólo los escenarios, también los movimientos (tanto de los protas como de la gente que va por las calles), los árboles y los animalicos. Porque sí, en este AC3 hay animales y niños, cosa que en los otros no había. Y por ejemplo, puedes tirarte al agua de cabeza y nadar, el movimiento cuando caminas sobre la nieve está muy bien conseguido, etc. Y sobre todo las animaciones faciales. Espectaculares.

Me hacía gracia cuando algún personaje le hace arquear las cejas
La música también mola mucho, en la línea de las anteriores entregas. Y lo verdaderamente remarcable son las peleas. Existe un montón de nuevos movimientos (por ejemplo, puedes usar enemigos como escudos humanos para evitar los disparos) e incluso interactuar con el entorno para dar palizas a los malos y, en general, el manejo es mucho más sencillo y fluido.

Además en este juego hay sangre (los papis preocupados pueden quitarla si quieren, aunque no sé qué hacen comprando a sus impresionables hijos juegos de matar gente) y puedes meterte en peleas con armas o sin ellas. Vamos, que si te metes a pegarte con un grupo de soldados con los puños puedes ganar y matar exactamente igual. No sé si esto era posible en los anteriores, desde luego mi nivel de manquez me lo impedía del todo.

El indio tiene un nombre impronunciable (Ratonhnhaké:ton), así que todo el mundo le llama Connor.
En general el juego me ha parecido más difícil que los anteriores. También es verdad que he intentado hacer el 100% de sincro y en los otros no, aunque no lo he conseguido porque hay algunas misiones que son literalmente imposibles. Pero da igual, me he conseguido un aceptable 80% (de momento). Y digo aceptable porque el verdadero quebradero de cabeza de este juego son las misiones secundarias. Y me explico: no siempre aparecen marcadas en el mapa, por tanto no sabes si has hecho todas o no. Por ejemplo, he descubierto que existe un gremio de ladrones porque en mi medidor de ADN había un enorme hueco en blanco. ¿El problema? Que piden atrapar a un determinado tipo de ciudadano que ya no existe porque desaparece cuando liberas las ciudades de los ingleses y francamente, no voy a volver a repetir misiones sólo para eso. ¡En fin! otra vez será.

El drama
La introducción del juego nos lleva a Londres, donde empezamos a jugar con Haytham (el de la foto de arriba), al que mandan a las colonias para llevar a cabo una serie de misiones. Después de un giro monstruoso y cruel de la trama (podéis preguntarle al Doctor y a Luisín el berrido que pegué cuando pasó, porque estaban conmigo xD), pasan unos años y empezamos a jugar con Ra... Ratonh... Ratonhate... CONNOR. Los azares de la vida le llevan a ser asesino porque, convenientemente, los templarios le han hecho la cusqui. Además se ve envuelto en la mal llamada revolución americana (no fue una revolución, queridos míos, fue una GUERRA) y se dedica a ayudar a los patriotas mientras se va follando templarios por ahí. No quiero contaros más porque hay momentos muy interesantes que yo al menos disfruté muchísimo, así que no os voy a hacer spoilers.

La casita de campo de Connor
 Mientras tanto, el bueno de Connor se ha hecho con un casoplón en las afueras de Boston y se dedica a poblarlo con gente que quiere vivir allí, a los que vas ayudando para que puedan fabricar mejores objetos y demás. Y también tienes un barco. Las misiones navales al principio me fastidiaban, pero reconozco que el manejo del barco está muy bien conseguido y al final las acabé disfrutando un montón.

Os voy a contar las cosas que más me han desesperado del juego, que no va a ser todo buenrollero y bonito:
  • Las misiones a caballo son el puto infierno. Todo lo maravillosamente fluido y fácil que es el manejo de Connor es JUSTO AL CONTRARIO cuando vas montado a caballo. Es la jodida desesperación. Vas persiguiendo a un pavo por el bosque y de repente el caballo decide que has pasado lo suficientemente cerca de una roca como para subirse a ella. Pero luego no sabe bajar, así que se te acaba el tiempo y tienes que repetirlo una y otra vez poniendo especial cuidado en la puta roca de los cojones que encima está en medio del camino.
  • Cuando se hace de noche, no ves una puta mierda. Y no es que digas "no, está oscuro, pero se ve". No. No se ve nada. Y si activas la vista de águila, normalmente tampoco. Y si te peleas con alguien, le ves a él resaltado pero a ti no. Así que hacedme caso: si os vais a pegar con alguien, esperad a que amanezca o a que salga la luna, que cuando sale sí se ve, pero se toma su tiempo.
  • Misiones en prisiones, castillos, fuertes y demás lugares interiores a oscuras. Igual que antes, no ves una puta mierda. Dejan pistas, como que hay zonas bañadas por la luz de la luna que lógicamente son las zonas por las que hay que ir. Pero como te alejes medio metro, la oscuridad total. Y hay zonas por las que tienes que ir a oscuras del todo sin ningún tipo de ayuda, ni siquiera con la vista de águila. A veces, estás colgado de una pared y te dicen "presiona para saltar" y tú dices "vale" con cara de Yao Ming, porque no tienes ni puta idea de a dónde estás saltando.
  • Los PUTOS escoceses. En las entregas anteriores, aunque un enemigo te bloqueara, si te liabas a darle de tortas le matabas. Y, muy importante, si entrabas en racha de asesinatos, no podían evitarte y morían. Aquí no. Los escoceses y algunos más te paran la racha y tienes que buscar otra forma de matarlos. ¿Que por qué sé que son escoceses? Porque llevan kilt, queridos míos.
  • Los bugs. El juego está petado de bugs, hasta el punto que he llegado a pensar si es que no lo habrán testeado bien. Una vez, intentando subirme a una roca desde el agua, me quedé atrapada dentro de la roca. Tuve que teletransportarme a un punto de desplazamiento. En una pelea con uno de los personajes principales, de repente mi enemigo se dedicó a pegarse contra una puerta cerrada porque... no sé muy bien por qué. Creo que había enemigos detrás. Tuve que reiniciar la misión. Hubo otra vez que aparecían delante de la cámara un montón de hojas de árboles y no podía moverme, así que tuve que reiniciar. Me ha parecido importante decirlo porque puedo entender que se escape un bug en una piedra en una esquina del mapa, pero no varios bugs en misiones de la historia principal.
  • Algún que otro problemilla con las cámaras en las peleas. De vez en cuando a la cámara le daba por ponerse detrás de una pared o un árbol y eso da por culo mucho. Pero no es nada que no se pueda arreglar en un momento, así que tampoco es tan importante, sólo un poco molesto.
Pero realmente para mí el verdadero fallo son las misiones secundarias. Llamadme chino-farmer si queréis, pero me encantan las misiones secundarias de la saga AC. Parece que no quieren que las hagamos. Por ejemplo, una de las cosas que hay que hacer es identificar (y cazar) animales que van por el bosque, y algunos sólo aparecen en determinadas zonas si encuentras pistas primero. Y ¿qué vas a hacer? Liarte a recorrer el bosque en busca de pistas o hacer parkour por los árboles a ver si tienes suerte y ves al bicho. Además, hay que recoger las hojas de los almanaques por los tejados de las ciudades. Teniendo en cuenta que la continuidad de los tejados no es muy buena no sólo porque las casas estén lejos unas de otras, sino que los tejados tienen ventanas con salientes y por tanto no puedes correr, atrapar un papel que va volando por ahí es una tarea harto complicada. Resultado: he pasado olímpicamente de coger la mayoría de los almanaques xD

Me dedico a oler mierda de animales por el bosque
Ah, y es muy interesante cómo funcionan las armas de fuego. No son armas que se pueden disparar indiscriminadamente y ya está, hay que cargarlas primero. Es un putadón, pero es "históricamente correcto". Además así no están tan sumamente OVER como en entregas anteriores. Que a veces, Ezio parece un francotirador.

Los personajes del juego están bien. Sí que es verdad que Connor me parece algo flojo (es demasiado perfecto y bueno y amable y simpático e incluso un poco tontuelo), pero tiene pinta de que habrá nuevas entregas, al igual que las hubo con Ezio, en las que espero que le desarrollen un poco más (y también espero que folle algo, el pobre). Personalmente prefiero infinitamente a Haytham, pero a Connor se le acaba cogiendo cariño. Y por una vez me cae bien el tolai de Desmond. En este juego Desmond por fin hace cosas además de tumbarse en el Animus y tiene misiones que cumplir, y tengo que decir que son bastante entretenidas. Memorable la última, por cierto. Y en general los personajes de la hacienda son divertidos, y las misiones me parecieron interesantes. 

Salgo en 5 juegos y sólo molo en el último
Por cierto, tengo que decir que no creo que Ezio auditore sea tan buen personaje. Simplemente creo que culturalmente nos parece más cercano y por eso nos gusta más. ¿Que Ezio mola? Por supuesto, pero a mí personalmente me caía mal xD
 
Resumiendo: un juego precioso con un nivel de dificultad más que agradable, bastante largo y con un millón de misiones secundarias que podréis encontrar buscando mapas por internet, que los hay. Personalmente creo que la historia es mejorable: tengo que darle la razón al de la entrada del blog que os puse arriba, a veces no sabes si estás luchando por la independencia de América y la libertad o si estás buscando vengarte de los que han estado puteando a tu poblado indio. La ambientación es cojonuda, el parkour por los árboles es genial (por las casas no tanto) y las voces en general están muy bien. Y como siempre, los finales de los ACs son un poco raros, así que no creo que haga falta comentar cómo se te queda el cuerpo después de acabarte el juego.

PD: Queréis hacer las quests del capitan Kidd. Hacedme caso. QUERÉIS.

lunes, 4 de febrero de 2013

Los tebeos de Army of Dark... del Ejército de las Tinieblas, ¡copón!



Como ya dije en una entrada anterior, este Doctor que les habla, de pequeño, era un cagao de padre y muy señor mío. Daba igual que fuera El Exorcista, que Poltergeist, que Los Fantasmas Atacan al Jefe, si yo veía una escena de miedito, esa noche no dormía. Por eso ver Posesión Infernal fue para mí un trabajo titánico el día que mi tío la puso en su casa porque la quería ver él. Me dijo que era del tío que hizo Xena, y a mí me gustaba Xena, así que nada podía ir mal. Podéis argumentarme todo lo que queráis del supuesto humor slapstick y del pseudoterror cómico de Sam Raimi, que a mí me dio un miedo aquello que no me cagué encima porque estaba en casa ajena y tenía ya 11 años, que si no... ejem, bien. El caso es que esa película, como Poltergeist, quedó relegada al plano del odio pese a no verla entera, y me preguntaba por qué a los bichos de mierda esos no se los cargaban en cantidades industriales. Y entonces llegó aquel sábado por la tarde en mi pueblo, donde se pillaba Canal Sur (aunque el pueblo es de Castilla La Mancha), y esa película llamada El Ejército de las Tinieblas. A mí aquello me moló, más que nada porque vi a partir de lo del Ash bueno y el Ash malo, y toda la guerra contra los monstruos, y a mí, si a los monstruos se los cargaban así, ya no me daban tanto miedo, y hasta me gustó. Después la vi en el videoclub, la alquilé para verla entera, y me quedé gélido cuando me di cuenta de que era la tercera parte de Posesión Infernal. En ese momento es donde aprendí a amar la saga, ya con unos 14 años, algo más valiente (aún me costaban las pelis de posesiones, por ejemplo) y algo consciente de lo que era aquello del humor implícito aunque no fuera obvio, como pasa con Starship Troopers (que como peli de ciencia ficción ya está bien, pero como comedia es un jodido 10). No fue ahí donde descubrí los tebeos de Army of Darkness, sino bastantes años después, en la Universidad, cuando ya estudiaba Filol... eh... emm... digo... Ciencias del Mal, eso. ¿En qué estaría yo pensando? Ejem... uf., lo esquivé a tiempo, menos mal. ¿Qué clase de Doctor supervillánico sería si supieran que mi carrera es Filología Inglesa y no Ciencias del Mal? Sí, diga... ¿cómo que lo estoy escribiendo? MALDITA SEA, ES VERDAD.

¿Lo estabas escribiendo tú o yo?

En fin... descubrí aquellos tebeos ya en una reedición de prestigios que salió hace poco, y no precisamente por ellos mismos, sino por su crossover con Marvel Zombies. Aquél Ash Williams intentando seducir a Dazzler y siendo asesinado vilmente por Howard el Pato convertido en zombi me dejó patidifuso (¿lo pilláis? PATIdifuso, como en pato... no entiendo por qué en Normas de Equivocación tiene más gracia que aquí) y realmente me quedé con ganas de más, y mis plegarias debieron ser escuchadas, porque de repente se editó de nuevo el arco argumental de Cenizas a las Cenizas. Y lo cierto es que no podría ser más auténticamente “Raimi”, porque no deja de ser una sucesión de un montón de dibujos en los que Ash se hace el chulo, dice frases ingeniosas, besa a chicas y sobre todo, mata un montón de cosas que se convierten en muertos vivientes. Ya no son sólo los zombis humanos, no: son ardillas, renos, conejos y hasta caras zombis volando por ahí. Pocos bocadillos, mucha sangre y muchas veces el cuerpo de Ash deformado. Vamos, como en la misma película.


Un chiste tan manido nunca fue tan gracioso

El primer arco argumental del tomo es precisamente ese Cenizas a las Cenizas, que viene a ser una continuación de lo que pasó al final de El Ejército de las Tinieblas, con esa vieja muerta que ataca a un Ash que ya ha vuelto a S-Mart y le está contando a una chica que pudo ser rey. Desde ahí es un auténtico desenfreno y una sucesión de dibujos perpetrados por un Nick Bradshaw que sabe equilibrar el humor con el gore. Las caras desencajadas de los zombis, el aspecto medio-disney del abuelete mago y las chicas que se convierten en muertas vivientes casan bastante bien con la estética que tenían las películas, y el estilo poco realista le da un toque muy agradable. No parecen dibujos animados para adultos, ni dibujos animados para niños con gore, ni siquiera se parecen al dibujo del crossover con Marvel Zombies, y ni de coña parecen realistas... pero coño, funcionan. Y su recreación de los escenarios de las otras películas, con la cabaña de Posesión Infernal, el castillo de el Ejército y otros que se saca de la manga para darle otra vuelta entera a la historia, son bastante fieles pero con estilo propio, lo que se agradece. Para ver lo mismo otra vez, me vuelvo a ver las películas. Porque no deja de ser eso, lo mismo otra vez, pero en cómic, con los mismos personajes, los mismos líos temporales, el mismo gag de que Ash no se sabe las palabras mágicas y las mismas excusas de siempre para enseñarte a Ash, con la motosierra, matando muertos (por paradójico que sea eso), y lo cierto es que para cuando te quieres dar cuenta, el arco argumental se ha acabado y te lo has pasado teta.


La carga de Gandalf en el Abismo de Helm, una mierda al lado de esto

La segunda parte del tomo es el arco argumental titulado Shop Till You Drop Dead, y la verdad es que si bien adolece de lo mismo que la primera parte, y básicamente es repetir los mismos gags, añadirle más personajes le da un punto interesante. En esencia, el Necronomicón posee al jefe de Ash y convierte el S-Mart en una especie de supermercado zombi, que es lo más acojonante para una historia de rol de zombis que he visto en mi vida. Ojo, no un supermercado lleno de zombis como en Amanecer de los Muertos, un supermercado zombi EN SÍ. La puerta es una boca del Infierno. Decidme que no mola. ¡Decidme que no mola si os atreveis! Y mola también ver como Ash, con un compañero redneck y un compañero nerdazo se dedica a destruir muertos. El compañero redneck es especialmente adorable, porque tiene mucho sentido que ese señor, con ese bigotón y esa pinta de no tener coche sino un puto tractor y una puta pick up llena de escopetas, sea un berserker que mantiene la calma ante algo como eso. Por supuesto, también hay viaje en el tiempo, pero leedlo para descubrir como, a mi me pareció tan esperable como agradable de leer.

Pero si algo debo destacar de esta segunda parte, más allá de la sangre, el viaje en el tiempo, los zombis y el redneck, cosas que ya de por sí cuentan como molonas, es ese pequeño homenaje final a los fans de Bruce Campbell. ¿Que como se hace efectivo? Digamos que en un momento dado Ash se queda sin ropa. Adivinad qué ropa encuentra y se pone. Sí, efectivamente, tú, que viste Bubba Ho-Tep, lo adivinaste: un traje de Elvis. Ese es el momento del cómic en el que pasa, para mí, de simple diversión gore con chistes autorreferenciales a otras partes de Posesión Infernal (realmente, incluso el propio disfraz de Elvis lo es) a algo entrañable, y ya puede estar todo lo manido que quieras, que a mí esas cosas me tocan mi pequeño corazón de fagocitador de cine y no puedo sino amarlo.


Saluda al Rey nena

Tengo el segundo muerto de risa que ni recordaba que lo tenía, pero prometo que, visto lo visto, lo leeré y haré una reseñita, aunque sea más breve. A fin de cuentas, y aunque el cómic fuera mediocre ¿cómo no se le va a amar, si sale Bruce Campbell? No amar a ese caricato es imposible, aunque sea en dibujo.


- El caricato eres tú.
+No, el caricato eres tú.
*No, los caricatos sois los dos, demontre.