martes, 29 de enero de 2013

Encontré al Diablo: fiesta gore con ojillos pequeños

Pongo la portada del DVD español porque soy un rebelde.

Confieso que llegué bastante tarde al cine asiático en mi vida. Siempre me gustaron las artes marciales, pero tengamos en cuenta que cuando yo era pequeño había una producción enorme de películas de ese género en los Estados Unidos, y claro, siempre era más fácil acordarse de nombres como Jean Claude Van Damme o Gary Daniels que de otros Hwang Jang Lee o Yuen Siao Tien (que incluso a día de hoy me suenan todos bastante parecidos, las cosas como son, y de hecho he tenido que mirar el segundo en Google). Así que cuando yo iba al videoclub a por mi ración de ostias siempre primaban las producciones americanas. En el momento en el que Tigre y Dragón se hizo famoso es cuando empecé a darle vueltas a los cajones de pelis de chinos. Confiado y extasiado por semejante cantidad de hilos, saltos estratosféricos y espadas que se doblaban, cuando llegué a la universidad acabé viendo una película de Wong Kar Wai (que no es chino sino coreano) y acabé horrorizado del cine de ese país durante mucho mucho tiempo. Porque hay que joderse que puta mierda de película es Chungking Express eh, hay que joderse, con las latas de melocotón y toda la mierda... pero en fin, dejaré de pensar en ella porque, como se puede ver, me cabreo mucho cuando lo pienso, y empezaré a pensar en lo que nos ocupa: Encontré al Diablo.

Mentiría si dijera que esta es la película que me devolvió la fe en el cine coreano, porque después de varios años de asociar a Park Chan Wook al gafapastismo rancio acabé viendo Old Boy y todavía me estoy limpiando sangre de las gafas y baba de la barbilla. Esas ideas peregrinas, esas previas de historia de media hora para acabar en esa sanguinolencia sin sentido, ese regustillo por la venganza, esa capacidad de los asiáticos de pasarse de rosca y que se las sude absolutamente la moralidad... coño, me cautivó. De ahí que, crecido por esa experiencia, me lanzara a ver Encontré al Diablo, aparte de porque sale el protagonista de Old Boy, Choi Min-Sik (que es un señor que se parece un poco a Anthony Wong y tambien a Miki Nadal pero en chinorris), haciendo de asesino malo. Y digo “asesino malo” a propósito, porque aquí asesinos hay para dar y regalar.
¿Que me parezco a quién? Mira que te rajo... ggrraaaaiiii

El tal Choi interpreta a Kyung-Chul, un asesino-violador que mata por placer, así de simple y de efectivo. Quieren que le odies, quieren que te dé asco y lo consiguen en la primera aparición, cuando asesina a una chica que le confiesa estar embarazada. Y en realidad te da asco por partida doble, porque si bien este señor en Old Boy salía con un peinado raro, una perilla y una actitud que le hace hasta simpático, aquí tiene el pelo sucio, el aspecto descuidado y está gordinflas, y no de cervezas precisamente, pero no daré más explicación de las gorduras de la gente en esta película para evitar spoilers innecesarios.

Mira lo que te estás buscando,  doctorcillo.

El padre de la criatura que no llega a nacer, agente secreto y yerno del jefe de policía, a la vez padre de la chica (sí, es muy lioso así escrito, pero no es tan difícil de entender) es un chico guapito, con cara de bueno y ataviado con un plumas negro (OJO, muy importante, aunque parezca que no) que tras una corta investigación descubre que este sujeto se ha cargado a su novia, entra en modo berserker y decide darle caza. Con lo cual, este chico, que empieza la película teniendo sentimientos y a veces hasta deja escapar alguna cara triste, llega a la mitad del metraje siendo un hijo de puta de marca mayor que hace lo posible por matar a Kyung-Chul... pero no de una vez, no, él no se merece que le maten rápido, y por eso alargan la caza durante las dos horas y pico que dura la película. Este personaje es por el que no estoy tan de acuerdo con Carlos Boyero cuando dice que hay algo de Fincher en esta película. Es una historia de venganza y sangre, muy bien conseguida, con mucha tensión y sus toques de humor negro, pero más deudor de un Takashi Miike (quizá más serio) que de un Zodiac. Es un juego gore del ratón y el gato sin tener nunca muy claro quién es quién.

Empieza negro, pero acaba teñido... ¿no sabes?

En realidad, en eso y casi nada más se centra la película, en esa relación entre los dos asesinos, una continua caza de uno y sus dosis de dolor infligidas quirúrgicamente mientras el otro hace por escapar matando (e intentando violar también) a la mayor cantidad de gente por el camino. Y nada de muertes delicadas ni disparos limpios y certeros a la cabeza, no. Esta gente otra cosa no, pero mata y tortura con creatividad, y todo con armas afiladas o contundentes, y con mucho ensañamiento, y con sangre apareciendo en casi que todos los momentos de la peli. Encontré al Diablo, definitivamente, no es para mentes tiernas y estómagos sensibles, porque allí un desmembramiento, una quemadura de ojo, una serie interminable de martillazos o un corte de nervios es lo más normal que vas a ver. Y no sólo por parte del asesino, sino del policía también, y eso es a lo que interpreta el título de la película: encontré y vi al Diablo, sí, pero... ¿cuál de los dos es el Diablo? ¿El supuesto héroe o el supuesto antihéroe?¿Quién es el verdadero asesino y quién la víctima? Es, al final, una película sobre lo jodida que puede estar la mente humana... y claramente, la coreana, porque hay que estar jodido de la cabeza para hacer algo como esto, pero eh, siempre es más divertido ver sangre que un drama sobre latas de melocotón en almíbar que caducan.

Así que, ¿veredicto final sobre la película? Indudablemente no es agradable, y hay que estar preparado para eso, para saber disfrutar de una película que en realidad te va a hacer pasar un mal rato, sobre todo si, como yo, enseguida buscas segundas lecturas más allá del gore. Aunque si te centras en tomarte a coña la enésima escena de látex haciéndose pasar por carne y la enésima paja mental de un director asiático sobre la crueldad humana, seguramente también te lo pases bien, las cosas como son. 

Te has librado porque me he cruzado con esta, pero verás como te pille Doctorzuelo

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